Las lágrimas de la Virgen y Juan Pablo II
El Papa ha hecho referencia en varias ocasiones a las lágrimas de la Virgen.
El 31 de agosto, 2003, el Papa consagró a Europa y a todo el mundo -especialmente las regiones- que más sufren, a las lágrimas de la Virgen María.
El Papa recordó la «Virgen de las Lágrimas» de Siracusa, Sicilia (Italia), por el “milagro de las lágrimas» ocurrido hace 50 años (1953) y reconocido por el Papa Pío XII. El Papa Juan Pablo II la invocó para pedirle protección para “quienes tienen más necesidad de perdón y reconciliación” y para que lleve “concordia a las familias y paz entre los pueblos”. El Papa añadió: “A ti, dulce Virgen de las Lágrimas, presentamos a la Iglesia y al mundo entero. Enjuga las lágrimas que el odio y la violencia provocan en muchas regiones de la Tierra, especialmente en el Medio Oriente y en el Continente africano”.