Consejo familiar: Hora de comer en familia

📑 Contenido de la página 👇
  1. Aquí hay diez razones por las que la hora de comer en familia es tan importante:
    1. 1. Creando el sentido de Familia
    2. 2. Una oportunidad para hablar, escuchar, vincularse
    3. 3. Aprecio, Confianza y Decoro
    4. 4. Un tiempo para la instrucción
    5. 5. Disciplina
    6. 6. Inculcar un sentido de orden
    7. 7. Buen gusto en la comida
    8. 8. Comer sano
    9. 9. Inculcar el sentido de Dios y la gratitud por sus beneficios
    10. 10. Un gran lugar para aprender el arte de la conversación.

Para muchas familias en estos días, celebrar juntos una comida al día es un desafío. Pero el tiempo y el esfuerzo bien valen la inversión porque el interés paga. En nuestro mundo acelerado, reunir a la familia alrededor de una mesa bien puesta una vez al día es una práctica cada vez menor. Sin embargo, esta práctica guarda un secreto que produce beneficios incalculables.


Aquí hay diez razones por las que la hora de comer en familia es tan importante:

1. Creando el sentido de Familia

Cuando hablamos del “sentido de familia”, ¿a qué nos referimos exactamente? El “sentido de familia” es el sentido de unidad, el sentido de pertenecer a una familia única en la que cada miembro es valorado de manera única. Sentimos que todos estamos hechos de la misma materia, miembros del mismo cuerpo. Así que defendemos los nuestros como defendemos nuestras propias extremidades.

Una comida familiar diaria mejora enormemente este sentido de familia. Y el sentido de pertenencia es la mejor ayuda psicológica/emocional que le puedes dar a un ser humano.


2. Una oportunidad para hablar, escuchar, vincularse

La hora de comer en familia es el mejor tiempo de calidad. Es un momento en el que, después de que todo está servido y los apetitos se han calmado, los padres tienen la oportunidad de conversar tranquilamente con sus hijos, escuchando y hablando de las cosas que son importantes para ellos.

Este interés promueve la confianza, el respeto y el vínculo familiar. También brindará la oportunidad para que los padres muestren su preocupación y averigüen qué puede estar preocupando a sus hijos.

Sólo Dios sabe cuántos problemas se evitan en una familia que comparte una comida al día. La buena comida tiene el poder de saciar, calmar y relajar. Estos son los momentos en que se promueve la alegría, se nutre la confianza y se apoya el crecimiento.


3. Aprecio, Confianza y Decoro

Poco a poco, los niños comenzarán a sentirse más apreciados por el hecho de que mamá y, a veces, papá, se toman la molestia y el esfuerzo de cocinarles una comida casera todos los días.

Se quejarán de esto o de aquello”,odio las verduras"y ese tipo de cosas, pero a medida que crecen, de una manera sutil, imperceptible, gota a gota, día a día, desarrollarán un profundo sentido de autoestima, directamente relacionado con la dedicación diaria de sus padres a su bienestar.

Recientemente se le preguntó a un joven sacerdote en una entrevista quién fue la persona que más influyó en su vocación; él dijo:

"Mi madre. Aunque no era particularmente religiosa, nunca dejó de servir a nuestra familia. Quería servir a los demás como ella nos sirvió a nosotros".

Otra parte importante de esto es una mesa bien puesta.

Cuando un amigo te invita a salir es un placer. Pero cuando llegas y te das cuenta de que el lugar de encuentro es un buen restaurante, con lo mejor de la porcelana y el mejor servicio, te sientes realmente valorado en la amistad.

De la misma manera, en una familia, los niños que reciben una comida bien preparada todos los días en una mesa bien servida, comienzan a sentir que valen la pena.

Este es un punto clave en la formación de los niños. La confianza y el decoro aprendidos no de un libro sino a través del hábito diario generan hombres y mujeres seguros capaces de navegar en cualquier situación social. Tendrán la seguridad interior necesaria para enfrentarse al mundo con confianza y no dejarse engullir por él.


4. Un tiempo para la instrucción

Pocos lugares son mejores para la instrucción que la mesa familiar. La mesa es un lugar donde los padres pueden instruir a sus hijos en lo que llamamos Civilización Cristiana. Una buena forma de empezar son los buenos modales. No hay mejor lugar que la mesa del comedor:

"Susan, esa no es la forma en que sostienes el tenedor".

"Thomas, di por favor cuando pidas la sal".

Y así.


5. Disciplina

A medida que los niños crecen, se les debe enseñar a controlar su apetito animal:

  • Esperar a que todos estén servidos o no amontonar una gran cantidad de comida en su plato. Si tienen mucha hambre, que vayan por segundos pero no todos a la vez.
  • Utilizar una servilleta y no el mantel, mangas de camisa o brazos para limpiarse la boca.
  • Que se sienten erguidos y no metan la cara en la comida.
  • Que un niño aprenda a esperar a que se sirva el último para empezar con el postre es una maestría en autodisciplina. Más adelante en la vida, si pueden disciplinarse a sí mismos, podrán disciplinar a los demás. Lo contrario no es posible.

La falta de autodisciplina en los primeros años, es quizás la causa principal de los delincuentes posteriores.


6. Inculcar un sentido de orden

Otro beneficio importante de One Meal a Day es la sensación de orden. Esto ayudará a los niños y la familia a organizar su día.

La comida es un tiempo fijo y es importante esforzarse por mantener el horario. Esto no solo ayudará al sentido de orden en sus mentes jóvenes, sino también a un sentido de consistencia, estabilidad y responsabilidad. Es algo en lo que siempre pueden confiar.


7. Buen gusto en la comida

Una vez le comenté a mi mamá que tres hermanos que son mis amigos, son muy buenos cocineros. La respuesta de mi madre fue:

"Conozco a su madre y ella cocina muy bien. Crecieron sabiendo a qué sabe la buena comida, por lo que se esfuerzan en su vida adulta por duplicarlo".


8. Comer sano

Una comida familiar al día es una forma de conseguir que la familia disfrute no sólo de una buena comida sino de una alimentación sana. Una comida saludable contribuye en gran medida a mantener a las personas saludables y a evitar facturas médicas. Y en este mundo de comida rápida y conservantes, esto es crucial. La comida es, por tanto, un beneficio para el alma y el cuerpo.

Una comida al día también ayudará a los niños a no asaltar la nevera o merendar todo el día. Con una comida diaria segura, mamá puede establecer algunas reglas para resistir los carbohidratos fáciles entre comidas.


9. Inculcar el sentido de Dios y la gratitud por sus beneficios

Una comida familiar siempre debe comenzar y terminar con gracia, bendiciendo y agradeciendo a Dios por lo que nos ha dado. La idea de que le debemos la generosidad diaria a Dios es un concepto crucial para inculcar en los niños el concepto de gratitud y religión.


10. Un gran lugar para aprender el arte de la conversación.

Además de todos los beneficios anteriores y las cosas que hacer en la mesa familiar, también existe el beneficio adicional de que mientras nos sentamos y disfrutamos de una comida (menos los dispositivos electrónicos) también aprendemos a prestar atención a los demás e interactuar. Esta es una excelente oportunidad para desarrollar el arte de la conversación.

¿Pero cómo?

Este es el tema del Consejo familiar: Aprendizaje de habilidades de comunicación. Una idea genial, concreta y con los pies en la tierra, de una vieja familia estadounidense, sobre cómo hacer que nuestros hijos no solo "parloteen", sino que realmente "conversen".

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