Fiesta de los Santos Inocentes

Fiesta 28 de diciembre

Cuando los magos llegaron a Judea buscando al recién nacido “rey de los judíos” (Mateo 2:1-2), el rey Herodes estaba preocupado.

Después de comprobar en las Escrituras que Belén era el probable lugar de nacimiento del Niño, se reunió con los Reyes Magos. El astuto rey les pidió que fueran al pueblo de Belén y le trajeran detalles para que él también pudiera adorar al nuevo rey.

Pero Dios, que ve en el corazón de los hombres, advirtió en sueños a los tres magos que no volvieran por el camino del rey Herodes. Lejos de querer adorar a Cristo Jesús, el tetrarca quiso destruirlo.

Al darse cuenta de que había sido descubierto, Herodes se enfureció y mandó matar a todos los niños menores de dos años en Belén y sus alrededores, esperando así destruir también al Niño Jesús.

Pero advertido a tiempo por un ángel, San José reunió a la madre y al niño durante la noche y huyó a Egipto.

Así se cumplió la profecía del profeta Jeremías:

“Se escuchó una voz en Rama, lamentación y gran luto, Raquel lloraba a sus hijos, y no quería ser consolada, porque no lo eran.” (Mateo 2:17-18).

La Iglesia considera a esos niños sacrificados, los primeros mártires, ya que derramaron su sangre por Cristo.

La Iglesia honra oficialmente su martirio el 28 de diciembre.

Varias iglesias en Roma y en toda Europa afirman albergar sus reliquias.