La Devoción De Los Cinco Primeros Sábados
La devoción de los Cinco Primeros Sábados es uno de los puntos principales del mensaje de Fátima. Se centra en la urgente necesidad que tiene la humanidad de reparar y expiar las tantas injurias que sufre el Inmaculado Corazón de María a manos de hombres tanto impíos como indiferentes.
El Primer Sábado durante 5 Meses Consecutivos, la Devoción consiste en:
- Ir a la confesión,
- Recibiendo el Sacramento de la Sagrada Comunión,
- Rezar cinco decenas del Rosario,
- Meditar durante 15 minutos los misterios del Rosario.
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Historia
Durante la tercera aparición del 13 de julio de 1917, Nuestra Señora reveló que vendría a pedir la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón y la Comunión de Reparación de los Cinco Primeros Sábados. En consecuencia, pidió la devoción en 1925 y la consagración en 1929.
“Tened piedad del Corazón de vuestra Santísima Madre que está cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento sin que nadie haga un acto de reparación para sacárselas”.
Durante su estancia en la Casa de la Hermana Dorothean en Pontevedra, Portugal, la Hermana Lucía recibió una visión el 10 de diciembre de 1925 donde la Santísima Madre apareció junto a un Niño que estaba de pie sobre una nube luminosa. Nuestra Señora apoyó una mano sobre el hombro del Niño mientras sostenía con la otra mano un corazón atravesado por espinas a su alrededor.
Sor Lucía escuchó al Niño decir, “Tened piedad del Corazón de vuestra Santísima Madre que está cubierto de espinas con las que los hombres ingratos lo traspasan a cada momento sin que nadie haga un acto de reparación para sacárselas”.
Nuestra Señora expresó su petición con las siguientes palabras:
“Mira, hija mía, mi Corazón rodeado de espinas con que los ingratos me traspasan a cada momento con blasfemias e ingratitudes. confesarse, comulgar, rezar cinco decenas del Rosario y hacerme compañía por 15 minutos meditando los misterios del Rosario, con el fin de repararme, prometo asistirlos en la hora de la muerte con todas las gracias necesarios para la salvación de sus almas".
— Nuestra Señora, 10 de diciembre de 1925
Pocos días después, Sor Lucía detalló esta visión en una carta dirigida a Monseñor Manuel Pereira Lopes, su confesor cuando residía en el Asilo de Vilar en la ciudad de Oporto, Portugal.
¿Por qué cinco sábados?
El confesor de Sor Lucía la interrogó sobre el motivo de los cinco sábados y le preguntó por qué no siete o nueve. Ella le contestó en carta fechada el 12 de junio de 1930. En ella relata una visión que tuvo de Nuestro Señor estando en la capilla del convento parte de la noche del veintinueve al treinta del mes de mayo de 1930. Las razones que dio Nuestro Señor fueron las siguientes:
Los cinco primeros sábados corresponden a las cinco clases de ofensas y blasfemias cometidas contra el Inmaculado Corazón de María. Son:
- Blasfemias contra la Inmaculada Concepción
- Blasfemias contra su virginidad
- Blasfemias contra su maternidad divina, al mismo tiempo la negativa a aceptarla como Madre de todos los hombres
- Inculcar en el corazón de los niños la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia esta Madre Inmaculada.
- Insultos directos contra sus sagradas imágenes
Mantengamos las razones anteriores firmemente en nuestras mentes. Las devociones tienen intenciones adjuntas y conocerlas agrega mérito y peso a la práctica.
Modificaciones a la Devoción de los Cinco Primeros Sábados para facilitar su observancia
La petición original de Nuestra Señora pide que uno se confiese y reciba la Comunión en cinco primeros sábados consecutivos; decir cinco decenas del Rosario; meditar durante 15 minutos los misterios del Rosario con el fin de reparar al Inmaculado Corazón de María en reparación de los pecados de los hombres.
Sin embargo, en posteriores visiones y apariciones privadas, la Hermana Lucía le presentó a Nuestro Señor las dificultades que los devotos encontraban para cumplir con algunas condiciones. Con amorosa condescendencia y solicitud, Nuestro Señor se dignó flexibilizar las reglas para hacer fácil la observancia de esta devoción:
- La confesión puede hacerse en otros días que no sean los Primeros Sábados siempre que se reciba dignamente a Nuestro Señor y se tenga la intención de reparar al Inmaculado Corazón de María.
- Aunque se olvide de hacer la intención, se puede hacer en la próxima confesión, aprovechando la primera ocasión para ir a confesarse.
- Sor Lucía también aclaró que no es necesario meditar en TODOS los misterios del Rosario cada Primer Sábado. Uno o varios son suficientes.
Con mucha libertad otorgada por Nuestro Señor mismo, no hay razón para que los fieles vacilen o demoren esta piadosa práctica en el espíritu de reparación que el Inmaculado Corazón de María pide con urgencia.
Esta devoción es tan necesaria en nuestros días
La cultura del vicio y el pecado permanece intacta incluso mientras uno lee esto. El aborto, la blasfemia, el abuso de drogas, la pornografía, el divorcio y los malos matrimonios, la indiferencia religiosa, los avances de la agenda homosexual y otros son sólo algunas de las muchas plagas de la sociedad que hieren profundamente el Inmaculado Corazón de María.
Debemos consolar a Nuestra Señora en medio de todos estos insultos e injurias hacia ella y su Divino Hijo. Ella pide reparación, suplica nuestras oraciones, espera nuestra enmienda de vida. Escuchemos sus súplicas maternas y expiemos la ingratitud de los hombres.
La devoción de los Primeros Cinco Sábados estimula el espíritu de reparación; infunde un tierno amor por los Santos Sacramentos de la Confesión y la Santísima Eucaristía. Alimenta un santo afecto por el Inmaculado Corazón de María y el Rosario. Sobre todo, es un medio excelente para mantenerse en estado de gracia mientras se está inmerso en las batallas espirituales diarias y la existencia prosaica en el mundo neopagano en el que vivimos.
No nos demoremos en observar esta devoción porque también ella nos da la esperanza de la salvación eterna.
REFERENCIA:
Solimeo, Luis Sergio: Fátima, un mensaje más urgente que nunca
(Spring Grove, PA: Sociedad Estadounidense para la Defensa de la Tradición, la Familia y la Propiedad-TFP, 2008).
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