
La transformación de Jacinta y el secreto de María

Fiesta: 20 de febrero
Considerando la acción de Nuestra Señora sobre los tres niños de Fátima en un sentido más amplio, los cambios que ella produjo en ellos fueron algo extraordinario, algo mucho más allá de su capacidad. De esto, deducimos que Nuestra Señora los transformó repentina y suavemente a través de sus repetidas apariciones.
Aquí descubrimos algo parecido a la “Secreto de María”, de la que habla San Luis de Montfort. Vemos la gracia obrar profundamente en las almas, y vemos cómo obra en silencio, sin que la persona lo perciba. Como resultado, la persona se siente verdaderamente libre. Más que nunca, la persona se siente inspirada a practicar la virtud y rechazar las malas cadenas del pecado; en consecuencia, su amor por Dios florece.
Su deseo de servirle aumenta, y también su odio por el pecado. Esta maravillosa transformación del alma ocurre de tal manera que la persona no experimenta la sistemática lucha cuesta arriba de quienes siguen el sistema clásico de la vida espiritual para obtener la virtud, la santidad y el Cielo. Muy al contrario, Nuestra Señora los cambia repentinamente.
Los cambios en los dos niños que Nuestra Señora llamó al Cielo, Jacinta y Francisco, fueron particularmente llamativos. ¿Qué significa esto? ¿Significa esto que Nuestra Señora realizará la misma transformación sobre nosotros?
¿Es un anticipo de cómo Nuestra Señora pretende cambiar a la Humanidad cuando cumpla sus promesas de Fátima?
¿Puedo decir que la transformación en las almas de Jacinta y Francisco son el comienzo del reinado de Nuestra Señora? ¿No es este su triunfo sobre las almas de Jacinta y Francisco, heraldos del mensaje de Nuestra Señora, quienes ayudaron a otros a aceptar el mensaje de Fátima a través de sus oraciones y sacrificios? ¿Y quiénes todavía nos ayudan hoy a través de sus oraciones en el Cielo?
Si esto es cierto, es lógico que Jacinta y Francisco sean nuestros intercesores ante Nuestra Señora y obtengan la venida de su reinado en nuestros corazones. ¿No es esta la misteriosa transformación que llamamos el “Secreto de María”?
Creo firmemente que debemos pedir a Jacinta ya Francisco que nos transformen, que nos concedan los mismos dones que ellos recibieron y que nos guíen, cuya misión es vivir y predicar el mensaje de Fátima. —Prof. Plinio Corrêa de Oliveira
Adaptado de una conferencia del Prof. Plinio Corrêa de Oliveira el 13 de octubre de 1971.
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