Las Profecías De Nuestra Señora Para Nuestros Tiempos

FIESTA 2 DE FEBRERO

Profecías de Nuestra Señora del Buen Suceso

Tal como se lo dijo a la Madre Mariana de Jesús Torres, Quito, Ecuador 1582—1635

La “infalibilidad del Papa será declarada dogma de Fe por el mismo Papa elegido para proclamar el dogma del misterio de mi Inmaculada Concepción. Será perseguido y encarcelado en el Vaticano por la usurpación de los Estados Pontificios y por la malicia, la envidia y la avaricia de un monarca terrenal”.

Pasiones desenfrenadas y sacrilegio

“Las pasiones desenfrenadas darán paso a una corrupción total de las costumbres porque Satanás reinará a través de las sectas masónicas, apuntando en particular a los niños para asegurar la corrupción general. ¡Desdichados los hijos de aquellos tiempos! Rara vez recibirán los sacramentos del Bautismo y la Confirmación. En cuanto al sacramento de la Penitencia, sólo se confesarán asistiendo a las escuelas católicas, que el demonio hará todo lo posible por destruir por medio de personas con autoridad”.

“Lo mismo ocurrirá con la Sagrada Comunión. ¡Ay, cómo me duele deciros que habrá muchos y enormes sacrilegios públicos y ocultos!”.

“En aquellos tiempos, el sacramento de la Extremaunción será en gran medida ignorado… Muchos morirán sin recibirlo, quedando así privados de innumerables gracias, consuelos y fuerzas en el gran salto del tiempo a la eternidad”.

“El sacramento del Matrimonio, que simboliza la unión de Cristo con la Iglesia, será completamente atacado y profanado. La masonería, entonces reinante, implementará leyes inicuas destinadas a extinguir este sacramento. Ellos facilitarán que todos vivan en pecado, multiplicando así el nacimiento de hijos ilegítimos sin la bendición de la Iglesia”.

“La educación laica contribuirá a la escasez de vocaciones sacerdotales y religiosas”.

“El santo sacramento del Orden Sacerdotal será ridiculizado, oprimido y despreciado, porque en él tanto la Iglesia como Dios mismo son oprimidos y vilipendiados, ya que está representado por sus sacerdotes. El diablo obrará para perseguir a los ministros del Señor en todos los sentidos, obrando con perniciosa astucia para destruir el espíritu de su vocación y corrompiendo a muchos. Aquellos que así escandalizarán al rebaño cristiano traerán sobre todos los sacerdotes el odio de los malos cristianos y de los enemigos de la Iglesia Una, Santa, Católica Romana y Apostólica. Este aparente triunfo de Satanás causará enormes sufrimientos a los buenos pastores de la Iglesia... y al Supremo Pastor y Vicario de Cristo en la tierra que, preso en el Vaticano, derramará secretas y amargas lágrimas en presencia de Dios Nuestro Señor, pidiendo luz, santidad y perfección para todo el clero del mundo, para quien Él es Rey y Padre”.

Traición desde adentro

“Llegarán tiempos infelices en los que aquellos que deberían defender sin temor los derechos de la Iglesia, en cambio, cegados a pesar de la luz, darán su mano a los enemigos de la Iglesia y cumplirán sus órdenes. Pero cuando [evil] parece triunfante y cuando la autoridad abusa de su poder, cometiendo toda clase de injusticias y oprimiendo a los débiles, su ruina estará cerca. Caerán y se estrellarán contra el suelo".

La Iglesia Triunfará

“Entonces la Iglesia, gozosa y triunfante como una niña, despertará y será cómodamente acunada en los brazos de mi amadísimo y elegido hijo de aquellos tiempos. Si presta oído a las inspiraciones de la gracia, una de las cuales será la lectura de estas grandes misericordias que mi Hijo y yo hemos tenido para con vosotros, lo colmaremos de gracias y dones muy especiales y lo haremos grande en la tierra y mucho mayor en el cielo. Allí le hemos reservado un asiento precioso porque, despreocupado de los hombres, habrá luchado por la verdad y defendido incesantemente los derechos de la Iglesia, mereciendo ser llamado 'mártir'”.

“A fines del siglo XIX y durante gran parte del XX, muchas herejías se propagarán en estas tierras…”.

“El pequeño número de almas que guardará en secreto el tesoro de la Fe y de las virtudes sufrirá un cruel, indecible y largo martirio. Muchos descenderán a sus tumbas por la violencia del sufrimiento y serán contados entre los mártires que se sacrificaron por la patria y la Iglesia".

“Para ser librados de la esclavitud de estas herejías, aquellos a quienes el amor misericordioso de mi Hijo ha destinado para esta restauración, necesitarán gran fuerza de voluntad, perseverancia, coraje y confianza en Dios. Para probar la fe y la confianza de estos justos, habrá momentos en que todo parecerá perdido y paralizado. Será entonces el comienzo feliz de la restauración completa…”.

Impureza, Cobardía, Corrupción

“En aquellos tiempos la atmósfera estará saturada del espíritu de impureza que, como un mar inmundo, engullirá las calles y los lugares públicos con una licencia increíble… Apenas se encontrará inocencia en los niños, ni pudor en las mujeres”.

“El que debe hablar oportunamente, permanecerá en silencio”.

“Apenas habrá almas vírgenes en el mundo. La delicada flor de la virginidad buscará refugio en los claustros... Sin virginidad, se necesitará fuego del cielo para purificar estas tierras..."

“Las sectas, habiendo permeado todas las clases sociales, encontrarán la forma de introducirse en el corazón mismo de los hogares para corromper la inocencia de los niños. Los corazones de los niños serán bocados delicados para obsequiar al diablo...."

“Las comunidades religiosas permanecerán para sostener a la Iglesia y trabajar con valentía por la salvación de las almas… El clero secular no estará a la altura de lo que se espera de él porque no cumplirá con su deber sagrado. Perdiendo la brújula divina, se desviarán del camino del ministerio sacerdotal trazado por Dios para ellos y se volverán devotos del dinero, buscándolo con demasiada seriedad”.

Debemos orar y hacer penitencia

“Orad constantemente, implorad incansablemente y derramad amargas lágrimas en la reclusión de vuestro corazón, suplicando al Corazón Eucarístico de mi Santísimo Hijo que se apiade de sus ministros y acabe cuanto antes con estos tiempos infelices enviando a su Iglesia al Prelado quien restaurará el espíritu de sus sacerdotes".

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