
Mi alma está pesada hasta la muerte

Historia de la Pasión
El siguiente es un extracto de la traducción de 1557 de Mary Bassett de Santo Tomás Moro. "Historia de la Pasión"que escribió en latín durante su encarcelamiento en la Torre en 1534-35.
Porque el bendito y tierno corazón de nuestro santísimo Salvador estaba entorpecido y atormentado con muchas y horribles penas, pues sin duda bien sabía, que el falso traidor y sus mortales enemigos se acercaron a él, y ya en forma ya le habían venido; y sobre esto que debe ser atado injuriosamente, y que se conjeturen crímenes atroces en su contra, ser blasfemado, azotado, coronado de espinas, clavado, crucificado, y finalmente sufrir tormentos muy largos y crueles.
Mucho le inquietaba además, que preveía el temor y pavor en que caerían sus discípulos, el mal que caería sobre los judíos, la destrucción del falso traidor Judas, y por último, el dolor indecible de su amado amado. madre. Las tempestades y los montones de tantos males viniendo sobre él de una vez, como lo hace el mar principal cuando rompe violentamente los bancos sobre la tierra, oprimieron dolorosamente su santísimo y bendito corazón.
Quizá algún hombre se maraville aquí de cómo puede ser esto, que nuestro Salvador Cristo, siendo Dios mismo igual a su Padre todopoderoso, pudiera estar pesado, triste y apenado. De hecho, no podría haber sido así, si como era Dios, hubiera sido solo Dios, y no hombre también. Pero ahora, viendo que era tan verdaderamente hombre como era verdaderamente Dios, no creo que más deba maravillarse de que, en cuanto que era hombre, tuviera en él estos afectos y condiciones, tales quiero decir, estar sin ofensa a Dios, como de común hay en la humanidad, que siendo Dios hizo tan maravillosos milagros.
Porque si nos maravillamos de que Cristo tenga en él temor, cansancio y tristeza, es decir, siendo Dios, entonces ¿por qué no debemos maravillarnos también de que tuviera hambre, sed y durmiera, ya que aunque tenía estas propiedades, sin embargo? ¿Era sin embargo Dios a pesar de todo eso? Pero, por ventura, puedes responder y decir: aunque ahora no me maravillo más de que pudiera hacer eso, no puedo dejar de maravillarme todavía de por qué lo haría. ¿Por qué motivo el que enseñó a sus discípulos a no temer a los que sólo podían matar sus cuerpos, y cuando eso fue hecho, no tenían nada más en su poder con lo que pudieran dañarlos, ahora debería tener miedo de ellos? mismo, es decir, que contra su bendito cuerpo no podían hacer más de lo que su santa majestad hubiera querido permitir y sufrir?
En cuanto a esto, viendo (de esto podemos estar bien seguros), que sus mártires con alegría y con valor los apresuraron hacia la muerte, no vacilando incluso entonces en reprender y censurar valientemente a los tiranos y sus crueles verdugos, ¡cuán indecoroso podría pensarse que el mismo Cristo siendo, como podría decir un hombre, el principal abanderado y capitán de todos los mártires, cuando se acercaba a su pasión, debería estar tan asustado, tan pesado, tan maravillosamente inquieto y turbado.
Si no hubiera sido conveniente que el que hizo todas las cosas por sí mismo antes de enseñar lo mismo, debería en este punto especialmente en su propia persona, haber dado ejemplo a otros hombres para aprender de él, por causa de la verdad para sufrir alegremente la muerte; no sea que los que en un tiempo venidero sientan repugnancia y miedo de morir por la defensa de la fe, puedan felizmente, para excusar sus propios corazones débiles y débiles, tener la mano, que no hicieron nada diferente a lo que Cristo había hecho antes que ellos. . Y haciéndolo así, no poco deshonrarán a tan buen y digno maestro, y además desanimarán mucho a los demás, viéndolos en tan gran temor y pesadumbre.
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