
Novena a los santos Ana y Joaquín

Fiesta 26 de julio
Aunque las Escrituras guardan silencio sobre los abuelos de Jesús, la tradición nos dice que Santa Ana y Joaquín estuvieron casados durante muchos años antes de que Dios los bendijera con un hijo. Durante esos años, ayunaron, oraron y lloraron, de luto por el niño que no vendría.
Años de anhelo no debilitaron su confianza en Dios, pero el dolor eventualmente llevó a San Joaquín al desierto a ayunar y orar. Santa Ana, quedándose en casa, se vistió de luto y lloró porque no tenía hijo propio. Al ver a su ama angustiada, una sirvienta le recordó a Ana que confiara en Dios. Santa Ana se lavó la cara, se puso su traje de novia y fue a un jardín a suplicar a Dios por un hijo.
Los ángeles se aparecieron a Santa Ana en su jardín ya San Joaquín en el desierto, prometiéndoles que, a pesar de su vejez, darían a luz un niño que sería conocido en todo el mundo. Los nuevos padres corrieron a encontrarse en la Puerta Dorada de Jerusalén y se regocijaron en la nueva vida que Dios les había prometido.
Cuando esa niña se convirtió en mujer y pronunció su "Fiat" a San Gabriel, Santa Ana y San Joaquín vieron una respuesta aún más maravillosa a sus oraciones. No solo un nieto, sino un Salvador que era Dios mismo, Jesucristo.
El 26 de julio, la Iglesia honra a estos santos abuelos por sus oraciones, su confianza y, sobre todo, por el fundamento de fe que pusieron en la vida de la Santísima Virgen María.
A partir del 18 de julio, rece la siguiente oración de novena a los Santos Ana y Joaquín, confiando en su poder de intercesión con Nuestro Señor, su Nieto, Jesucristo.
Novena
Para rezar durante nueve días consecutivos
Oh Santa Madre y Padre de la Santísima Virgen María, como padres, guiasteis y nutristeis a María y, bajo vuestra protección y amor, la visteis crecer en santidad.
Por vuestra fidelidad y bondad se cumplió la Voluntad de Dios; los frutos de tu virtud y fe trajeron la salvación al mundo entero con el nacimiento del niño Jesús.
“El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”. (Juan 1:14)
Santísimos Santos Ana y Joaquín, acérquense a nosotros y guíen nuestras manos y nuestro corazón por el camino de la virtud.
Ayúdanos a criar a nuestros hijos y nietos con un corazón tierno como lo hiciste tú.
Muéstranos cómo criar a nuestros hijos en la fe y llevar a nuestras familias a la Luz de Jesús.
Permanece cerca de nosotros y ayúdanos en nuestro camino hacia la salvación.
Santos Ana y Joaquín, ponemos nuestras peticiones en sus manos y les pedimos que las presenten ante el niño Jesús.
Busca esto, mi favor [Mention your request] pero sólo si es para mayor gloria de Dios y bien de mi alma.
Nuestro Padre….
Ave María….
Gloria al Padre….
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