Novena y Oraciones a San Padre Pio

Fiesta: 23 de septiembre

Novena a San Pío de Pietrelcina

Comienza el 15 de septiembre para terminar en su Día Festivo

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PRIMER DÍA

Amado San Padre Pío de Pietrelcina, que llevaste en tu cuerpo los signos de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, llevaste la Cruz hasta los confines del mundo mientras soportabas los sufrimientos físicos y morales que azotaban tu cuerpo en un martirio continuo. Te suplicamos que ores a Dios por nosotros, para que cada uno de nosotros acepte las cruces de nuestra vida, grandes y pequeñas, para que cada uno convierta su propio sufrimiento en un vínculo seguro que nos ate a la vida eterna.

¡Padre Pío, ruega por nosotros!
Nuestro Padre…
Ave María…
Sea la gloria…

SEGUNDO DÍA

San Pío de Pietrelcina, que ahora estás con Nuestro Señor Jesús, tú que supiste resistir las tentaciones, los golpes y la opresión del maligno que pretendía inducirte a abandonar el camino de la santidad, te suplicamos que ruegues a Dios por nosotros. para que, con tu ayuda y la de todos los ángeles y santos, encontremos la fuerza para alejarnos del pecado y perseverar en la fe hasta el día de nuestra muerte.

¡Padre Pío, ruega por nosotros!
Nuestro Padre…
Ave María…
Sea la gloria…

TERCER DÍA

Virtuoso San Pío de Pietrelcina, tú que amas de verdad a Nuestra Señora, de quien recibiste gracias y consuelos diarios: te suplicamos que ores a la Santísima Madre por nosotros, poniendo en sus manos nuestros pecados y oraciones infieles para que, como sucedió en Caná de Galilea, su Hijo haga caso a Su Madre y tenga nuestros nombres escritos en el Libro de la Vida.

¡Padre Pío, ruega por nosotros!
Nuestro Padre…
Ave María…
Sea la gloria…

CUARTO DÍA

Castísimo San Pío de Pietrelcina, que tanto amaste y enseñaste a amar al Santo Ángel Custodio que te sirvió de compañero, guía, defensor y mensajero, a ti llevan los ángeles las oraciones de tus hijos espirituales. Intercede ante Dios por nosotros para que también nosotros aprendamos a hablar con nuestro Ángel de la Guarda, para que le obedezcamos en todo momento, ya que él es la luz viva de Dios, el que nos libra de la desgracia de caer en el pecado. Nuestro Ángel siempre está listo para enseñarnos el camino correcto y disuadirnos de hacer el mal.

¡Padre Pío, ruega por nosotros!
Nuestro Padre…
Ave María…
Sea la gloria…

QUINTO DÍA

Prudente San Pío de Pietrelcina, que tanto amaste y enseñaste a amar a las almas del Purgatorio; tú que te ofreciste como víctima para expiar sus pecados; roguemos a Dios Nuestro Señor que ponga en nuestros corazones sentimientos de compasión y amor por estas santas almas. Nosotros también ayudaremos a las almas del Purgatorio y reduciremos su tiempo de destierro y gran angustia. Con sacrificios y oraciones obtendremos el eterno descanso de sus almas y las santas indulgencias requeridas para obtener su liberación de ese lugar de sufrimiento.

¡Padre Pío, ruega por nosotros!
Nuestro Padre…
Ave María…
Sea la gloria…

SEXTO DÍA

Obedientesísimo San Pío de Pietrelcina, tú que amaste a los enfermos aún más que a ti mismo al ver en ellos a Jesús; vosotros, que en Nombre de Dios habéis obrado milagros de curación y la plena restauración de la salud en el cuerpo y en el alma, pedid a Dios por todos los enfermos, por intercesión de María Santísima, para que experimenten vuestro fuerte auxilio, y por su curación pueden encontrar beneficios espirituales y estar siempre agradecidos a Dios.

¡Padre Pío, ruega por nosotros!
Nuestro Padre…
Ave María…
Sea la gloria…

SÉPTIMO DÍA

Beatísimo San Pío de Pietrelcina, tú que has cumplido el plan de salvación de Dios y has ofrecido tus sufrimientos para liberar a los pecadores de todo el mundo de las garras de Satanás, ruega a Dios por los incrédulos para que adquieran una fe grande y verdadera y se conviertan, arrepintiéndose de la profundidad de sus corazones; para personas con poca fe para mejorar su vida cristiana; y para que los justos continúen en el camino de la salvación.

¡Padre Pío, ruega por nosotros!
Nuestro Padre…
Ave María…
Sea la gloria…

OCTAVO DÍA

Purísimo San Pío de Pietrelcina, tú que tanto amaste a tus hijos espirituales que a muchos de ellos los compraste con el precio de tu sangre: concédenos también a nosotros, que no te conocimos personalmente, ser considerados tus hijos espirituales para que, bajo tu paternal protección y con tu santa guía y fortaleza, en el momento de nuestra muerte nosotros y todos los hijos de Dios podamos encontrarte esperándonos a las puertas del Paraíso.

¡Padre Pío, ruega por nosotros!
Nuestro Padre…
Ave María…
Sea la gloria…

NOVENO DÍA

Humilde Padre Pío de Pietrelcina, tú que eres verdaderamente amado por la Santa Madre Iglesia, ruega a Dios, Señor de las prósperas mieses, que envíe obreros a su mies para que tengamos santos sacerdotes con fuerza e inspiración divina. También te suplicamos que intercedas ante la Santísima Virgen María para que ella guíe a todos los hombres a convertirse a la única religión verdadera del Único Dios Verdadero, la Santa Iglesia Católica Apostólica Romana.

¡Padre Pío, ruega por nosotros!
Nuestro Padre…
Ave María…
Sea la gloria…

Oración a San Pío de Pietrelcina

Dios, que diste a San Pío de Pietrelcina, sacerdote capuchino, el gran privilegio de participar admirablemente en la Pasión de Tu Hijo, concédeme por su intercesión, la gracia de......... que tanto deseo; y sobre todo concédeme estar unido a la Pasión de Jesús para llegar finalmente a Su Resurrección gloriosa.

Nuestro Padre…
Ave María…
Sea la gloria…

Consagración a San Pío de Pietrelcina

Oh glorioso San Pío de Pietrelcina, tú, que eres un santo y mi amigo, Consolador de mi alma y ayuda de este pecador, que en tu sufrimiento comprende profundamente el mío, a ti me consagro yo y mis amados; a ti encomiendo mi espíritu, para que lo hagas capaz de soportar todas las tribulaciones de mi corazón; Te ruego que presentes mi alma a Nuestra Señora de Gracia para que pueda obtener de Dios, la salvación eterna; Te pido que intercedas para que pueda obtener de la Divina Bondad la gracia de ......... que deseo ardientemente. Tómame bajo tu protección. Defiéndeme de los ataques del maligno. Sobre todo, intercede ante el Todopoderoso para que me conceda el perdón de mis pecados y me haga perseverar en el camino recto.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén (3 veces).

Haga clic a continuación para el Irresistible Novena al Sagrado Corazón de Jesús que San Pío rezaba a diario!