Nuestra Señora Auxiliadora de los Cristianos

Fiesta 24 de mayo

📑 Contenido de la página 👇
  1. Fiesta 24 de mayo
  • El cautiverio del Papa Pío VII
  • San Juan Bosco
  • La invocación "Auxilio de los cristianos" es muy antigua, habiendo sido incluida en las Letanías de Loreto por el Papa San Pío V en 1571, como muestra de agradecimiento a la Santísima Virgen. Tras recurrir al Santísimo Rosario, el Papa conoció la victoria de la cristiandad sobre las fuerzas musulmanas en la famosa Batalla de Lepanto.

    Atribuyendo la victoria naval a la intercesión de Nuestra Señora, el Santo Padre quiso dar a conocer su poder en todo el mundo. Para obtener más información sobre este increíble evento en la historia, haga clic aquí.

    Pero esa no iba a ser la última intervención de María bajo ese glorioso título. Varios siglos después, acudió en ayuda de otro Santo Padre, esta vez el Papa Pío VII.


    El cautiverio del Papa Pío VII

    Durante cinco años de cautiverio, Pío VII apeló continuamente a Nuestra Señora bajo la advocación de "Auxilio de los cristianos". De 1809 a 1812, el Pontífice permaneció encarcelado en la ciudad italiana de Savona, haciendo entonces voto de coronar una imagen de la Madre de la Misericordia allí existente, si se le concedía la libertad.

    En 1812, el Papa fue llevado a París, quedando prisionero en Fontainebleau, donde sufrió terribles humillaciones infligidas por el tirano francés.

    Pero con el transcurso del tiempo, la Divina Providencia intervino, echando por tierra la buena fortuna del despótico gobernante Napoleón.

    Nuestra Señora Auxiliadora de los Cristianos

    En 1814, debilitado por las pérdidas sufridas en varios frentes y presionado por la opinión pública, Napoleón permitió que su augusto prisionero regresara a Roma. El Sumo Pontífice aprovechó el viaje para honrar de manera especial a la Madre de Dios, coronando su imagen en Ancona bajo la advocación de Reina de Todos los Santos. Y, cumpliendo el voto que hizo estando aún preso en Savona, adornó la frente de la imagen de la Madre de la Misericordia con una fronda de oro al pasar por aquella ciudad.

    El viaje continuó en medio de gloriosas demostraciones de reverencia por parte del pueblo llano en todas las localidades por donde pasó Pío VII. Y el 24 de mayo hizo una entrada triunfal en Roma, siendo recibido por la población en general.

    Mientras el carruaje que transportaba al Sumo Pontífice avanzaba con dificultad entre la multitud por la vía Flavia, un grupo de fieles, ganándose el aplauso de todos los espectadores, desengancharon los caballos y subieron ellos mismos al vehículo hasta la Basílica Vaticana.

    Pío VII, atribuyendo esta gran victoria de la Iglesia sobre la Revolución a la poderosa intercesión de María Santísima, quiso mostrar su agradecimiento instituyendo una fiesta de alcance universal dedicada a la hermosa advocación mariana, Nuestra Señora Auxiliadora. Por eso, el 24 de mayo se convirtió en su fiesta, en acción de gracias por el feliz regreso del Santo Padre a Roma.


    San Juan Bosco

    Tal advocación tomó un nuevo giro en el mundo católico por la acción de uno de los más grandes santos de los tiempos modernos: San Juan Bosco, fundador de la Sociedad de San Francisco de Sales (Salesianos) y del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. de cristianos

    Los compañeros de San Juan Bosco notaron que, a partir de 1860, comenzó a invocar a la Santísima Virgen bajo la advocación de María Auxiliadora, María Auxilium Christianorum.

    En diciembre de 1862, el Santo tomó la resolución de construir una iglesia dedicada a esa advocación. Y declaró, en aquella ocasión:

    “A la Santísima Virgen a quien deseamos honrar con el título de 'Auxilio de los cristianos'; los tiempos que vivimos son tan tristes que verdaderamente necesitamos de la Santísima Virgen que nos ayude a conservar y defender la fe cristiana como en Lepanto , como en Viena, como en Savona y Roma.... y será la iglesia madre de nuestra futura Compañía y el centro desde donde irradiarán todas nuestras obras en favor de la juventud".

    — San Juan Bosco, diciembre de 1862

    Seis años después, el 21 de mayo de 1868, la magnífica Iglesia de María Auxiliadora fue solemnemente consagrada en Turín por el Arzobispo de la ciudad. El sueño de San Bosco se hizo realidad. Desde entonces, esta especial devoción a Nuestra Señora Auxiliadora se ha extendido por todo el mundo católico, gracias en gran medida a la labor de la Congregación Salesiana.

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