
¿Por qué Miércoles de Ceniza? ¿Por qué cenizas?

¿Qué es el Miércoles de Ceniza?
El Miércoles de Ceniza los católicos proclaman su Fe en la plaza pública mientras van marcados con una cruz negra.
Aún así, tan loable como es para los católicos defender la fiesta del Miércoles de Ceniza haciendo un punto de recibir cenizas, fácilmente puede convertirse simplemente en un hábito piadoso, "algo que hacemos los católicos".
Sin embargo, como todo en nuestra Fe Católica, la fiesta litúrgica del Miércoles de Ceniza y la costumbre de las cenizas tiene una rica historia, un profundo significado y un rico simbolismo.
La costumbre se inició en la Alta Edad Media cuando los pecadores públicos arrepentidos se sometían a cuarenta días de penitencia. El obispo bendijo los cilicios y las cenizas que, según la costumbre penitencial bíblica, se derramaban sobre la cabeza de los pecadores. Con el tiempo, todos los cristianos, pecadores públicos o privados, quisieron beneficiarse de la práctica.
El Miércoles de Ceniza es el primer día de la temporada de Cuaresma que simboliza los cuarenta días que Nuestro Señor ayunó en el desierto. Ocurriendo cuarenta y seis días antes de la Pascua, por lo tanto, es movible, desde el 4 de febrero hasta el 10 de marzo.
Las cenizas aplicadas en la frente, hechas con las palmas del Domingo de Ramos del año anterior, se bendicen, se perfuman con incienso y se hidratan con un poco de agua bendita o aceite como aglutinante. Así tratadas, las cenizas son consideradas un Sacramental.
La ceniza como sacramental
Aunque los sacramentales no operan ipso facto la Gracia como los sacramentos, son auxiliares de los sacramentos en el sentido de que son signos visibles, palpables y audibles que ayudan a predisponer nuestras almas a la Gracia.
Así por ejemplo, cuando entramos en una iglesia, mojamos el dedo en la fuente y nos bendecimos, estamos haciendo uso de un agua bendita, sacramental, para ponernos en modo orante. Con la disposición adecuada y una breve oración de contrición, el agua bendita puede incluso perdonar los pecados veniales.
La Iglesia Católica está repleta de sacramentales, objetos sagrados, palabras y rituales que podemos ver, tocar y escuchar para ayudar a transmitir a nuestro espíritu una actitud de apertura a la Gracia.
La ceniza utilizada el Miércoles de Ceniza, acompañada de las palabras "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás" o "Apártate del pecado y sé fiel al Evangelio" nos coloca en una disposición de penitencia y humildad, que es la actitud necesaria para una Cuaresma fructífera y llena de Gracia.
Los sacramentales son especialmente potentes cuando se explican bien a los niños que están tan orientados a la vista y al tacto. Son un medio poderoso para transmitir los misterios ocultos de nuestra fe a sus mentes jóvenes.
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