Purificando el corazón

La Imitación del Sagrado Corazón de Jesús


📑 Contenido de la página 👇
  1. La Imitación del Sagrado Corazón de Jesús
    1. Advertencias útiles para purificar el corazón

"Aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestra alma". Mateo 11:29

Advertencias útiles para purificar el corazón

1. La Voz de Jesús

Aprended de Mí que soy manso y humilde de Corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.


La voz del discípulo

Estas son las palabras de Jesucristo, por las cuales se nos manda aprender e imitar las Virtudes de Su Corazón, para que seamos liberados de toda miseria del alma y seamos verdaderamente felices.

Esta es Su doctrina, este es el método de aprendizaje, este es el fruto, este es el fin.

El primer incentivo para aprender es la excelencia del Maestro. ¿Qué hay más excelente que el Hijo de Dios, quien es el único Maestro nuestro, designado por su Padre eterno, en quien también están todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento de Dios?

Su doctrina es la verdad, que supera todas las artes y ciencias de este mundo: allana el camino no a una riqueza perecedera, a unos placeres pasajeros, a un renombre efímero, sino a riquezas ilimitadas, que no cesan de durar, a riquezas inexpresadas. delicias, que son constantes, a los honores supremos, que duran para siempre.

Todo lo que nos enseñó a hacer, lo redujo a una sola lección: Aprended de Mí que soy manso y humilde de Corazón: esto lo adaptó a todos los hombres, esto lo da a todos, para que todos aprendan lo mismo, tanto los pequeños como los El gran; sabiendo muy bien que en este precepto, bien entendido y guardado, se contienen todas las cosas necesarias.

Toda su vida fue la aplicación de esta doctrina, que comenzó a practicar, antes de enseñarla a otros.


2. El aprendizaje consiste en la acción

Aprendamos esta breve lección y seremos lo suficientemente sabios y suficientemente instruidos, y no tendremos que buscar nada más.

El método de aprendizaje consiste en la acción, que se realiza de dos formas: estudiando y practicando.

Pero primero, para comprender lo que nos esforzamos por aprender y reducir a la práctica lo que hemos entendido, debemos orar fervientemente.

Después, debemos revolver diligentemente en nuestra mente la profundidad, la altura, la amplitud de la lección; teniendo incesantemente ante nuestros ojos la divina semejanza de nuestro Maestro, y examinando qué debemos enmendar, qué evitar, qué retener ya qué aspirar.

Por último, como no basta saber, sino que también hay que practicar, la lección, pues se congestiona enteramente en la acción, y sólo puede aprenderse perfectamente actuando; debemos, tan pronto como comenzamos a aprender, también comenzar a practicar, mostrándonos ante Dios y los hombres, mansos y humildes de corazón en pensamiento, palabra y obra.

Y, mientras progresamos en la comprensión y la práctica, debemos esforzarnos para que el espíritu de la lección se desarrolle cada vez más perfectamente en el plan de nuestra vida, en nuestros sentimientos más íntimos, en nuestras conversaciones, en cada una de nuestras acciones, sí, en el muy modificaciones de la misma.


“Voz de Jesús” está tomado de la “Imitación del Sagrado Corazón” de Arnoudt, traducida del latín de JM Fastre; Benziger Bros. Copyright 1866

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