
San Alphege de Canterbury

Fiesta 19 de abril
Cuando era joven, Alphege se convirtió en monje en el monasterio de Deerhurst en Gloucestershire, Inglaterra, luego en anacoreta y más tarde en abad en un monasterio en Bath.
A los treinta años, ante la insistencia de St. Dunstan y para su gran consternación, fue elegido obispo de Winchester. Como obispo, mantuvo la misma austeridad de vida que cuando era monje. Durante su episcopado fue tan generoso con los pobres que no quedaron mendigos en la diócesis de Winchester.
Alphege sirvió veintidós años como obispo de esta sede y luego fue trasladado a la sede de Canterbury a la muerte del arzobispo Aelfric.
Durante este período, Inglaterra sufrió los estragos de los daneses que unieron fuerzas con el rebelde Earl Edric, marcharon sobre Kent y sitiaron Canterbury. Cuando la ciudad fue traicionada, hubo una masacre terrible, hombres y mujeres, viejos y jóvenes, muriendo a espada.
El arzobispo se apresuró a defender a su pueblo y, abriéndose paso entre la multitud, rogó a los daneses que cesaran la carnicería. Inmediatamente fue apresado, maltratado y encarcelado.
Una plaga misteriosa y mortal se desató entre los daneses y, a pesar de que el santo prelado había curado a muchos de los suyos con sus oraciones y dándoles pan bendito, los daneses exigieron un rescate exorbitante por su liberación. Cuando el arzobispo protestó porque el país era demasiado pobre para pagar ese precio, fue brutalmente asesinado.
St. Alphege fue el primer arzobispo de Canterbury en morir de muerte violenta. En 1023, el cuerpo del mártir fue trasladado con gran ceremonia a Canterbury acompañado por el rey danés Canuto.
Aunque no murió directamente en defensa de la Fe, San Alphege es considerado un mártir de la justicia.
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