
San Emidio

Fiesta 5 de agosto
(279–309) Obispo y mártir; Patrona contra los Terremotos
San Emidio nació pagano de Tréveris y se convirtió al cristianismo. Viajó a Roma y curó a la hija paralítica de su anfitrión Graciano, que le había dejado quedarse con él en su casa de la isla Tiberina. La familia de Graciano también se convirtió al cristianismo.
Emidius obró muchos milagros, incluida la curación de un ciego. El pueblo de Roma creyó que era el hijo de Apolo y lo llevaron a la fuerza al Templo de Esculapio en la isla del Tíber, donde curó a muchos de los enfermos.
Declarándose cristiano, Emidius derribó los altares paganos y rompió en pedazos una estatua de Esculapio. Fue nombrado obispo por el Papa Marcelo I y enviado a la ciudad italiana de Ascoli Piceno.
En su camino a Ascoli, Emidius hizo más conversiones y realizó un milagro en el que imitó a Moisés al hacer que el agua brotara de una montaña después de chocar contra un acantilado. El gobernador local intentó convencer a Emidius de adorar a Júpiter, ofreciéndole la mano de su hija Polisia. En cambio, Emidius la bautizó como cristiana en las aguas del río Tronto, junto con muchos otros.
Enfurecido, el gobernador lo decapitó en el lugar que ahora ocupa el Templo Rojo de Sant'Emidio, así como a sus seguidores Eupolo, Germanus y Valentius. Cuenta la leyenda que Emidius se puso de pie, llevó su propia cabeza a un lugar en una montaña donde había construido un oratorio (el sitio del actual Sant'Emidio alla Grotte).
Veneración
Las iglesias católicas han estado dedicadas a San Emidio desde el siglo VIII. Alrededor del año 1000, bajo Bernardo II, obispo de Ascoli Piceno, sus reliquias fueron trasladadas de la catacumba de Sant'Emidio alla Grotte a la cripta de la catedral.
En 1703, un violento terremoto sacudió la región Marche de Italia, pero no afectó a la ciudad de Ascoli Piceno. A San Emidio se le atribuyó la salvación de la ciudad y desde entonces se le invoca contra los terremotos. A raíz de este acontecimiento se dedicó una iglesia al santo en 1717.
Se considera que Emidius protegió a Ascoli de otros peligros a lo largo de los siglos. Se dice que una deslumbrante visión del santo disuadió a Alarico I de destruir Ascoli en 409.
Las tropas de Conrado II, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, atravesaron la región en 1038 llevando la peste por todas partes. Bernardo I, obispo de Ascoli, invocó la ayuda de San Emidio y la peste cesó. Incluso tan recientemente como en la Segunda Guerra Mundial, el 3 de octubre de 1943, se dice que el santo mártir romano primitivo protegió a los partisanos italianos que oraron por su intercesión contra los alemanes.
*Imagen de cabecera: Detalle de San Emidio en el cuadro "Anunciación" de Carlo Crivelli. San Emidio, patrón de Ascoli Piceno, está representado portando una maqueta de esa ciudad.
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