San Esteban Mártir

Fiesta 26 de diciembre

Imagen: San Esteban Mártir

Esteban era judío, posiblemente de la dispersión helenista que, por lo tanto, hablaba griego. Su elección y la de otros seis hombres como diáconos se relata en los Hechos de los Apóstoles:

“Y escogieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo”.1

Esteban habló con tal sabiduría y fuego que sus oyentes no pudieron resistir sus palabras. Así se inició un complot en ciertas sinagogas contra él. Al principio, intentaron debatir con el joven diácono pero no pudieron resistir su lógica inspirada. Queriendo silenciarlo por cualquier medio, entonces conspiraron para darle muerte.

Llevado ante el Sanedrín, hizo una maravillosa defensa del Nuevo Orden establecido por Cristo como el cumplimiento del Antiguo Orden (registrado extensamente en los Hechos de los Apóstoles), y terminó con las punzantes palabras:

“Tercos de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos, siempre resistís al Espíritu Santo: como vuestros padres, así también vosotros. ¿A cuál de los profetas no han perseguido vuestros padres? Y han matado a los que anunciaron la venida del Justo; de los cuales habéis sido ahora los traidores y homicidas: que habéis recibido la ley por disposición de los ángeles, y no la habéis guardado.”2

Toda la asamblea se enfureció contra Esteban, pero él, lleno del Espíritu Santo, miró hacia arriba y vio a nuestro Salvador de pie a la diestra de Dios Padre, y exclamó:

“He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del hombre de pie a la diestra de Dios”.3

Imagen: La lapidación de San Esteban

A estas palabras los reunidos protestaron en voz alta, y tapándose los oídos, se abalanzaron sobre él y lo agarraron. Arrastrando al diácono fuera de la ciudad, lo apedrearon. De pie, mirando, estaba un hombre llamado Saulo, y los que tiraban las piedras pusieron sus mantos a sus pies para que los guardara.

Cuando el mártir se sintió morir bajo los terribles golpes, dijo:

“Señor Jesús, recibe mi espíritu”.4

Y cayendo de rodillas exclamó:

“Señor, no les tomes en cuenta este pecado”5

Después de lo cual se durmió en el Señor. San Esteban es el primero en haber derramado su sangre por el Nombre de Cristo Jesús.


Notas:

  • 1 Hechos 6:5
  • 2 Hechos 7:51-54
  • 3 Hechos 7:55
  • 4 Hechos 7:58-59
  • 5 Ibídem.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza Cookies propias y de terceros de análisis para recopilar información con la finalidad de mejorar nuestros servicios, así como para el análisis de su navegación. Si continua navegando, se acepta el uso y si no lo desea puede configurar el navegador. Leer más.