San Isidoro el Labrador

Fiesta 15 de mayo

San Isidoro el Labrador, patrón de Madrid, nació de padres pobres y recibió su nombre de San Isidoro, el arzobispo de Sevilla.

De joven entró al servicio de Juan de Vergas, un rico vecino de Madrid, como peón agrícola y trabajó para el mismo patrón toda su vida.

Isidoro se casó con una joven tan pobre y virtuosa como él, pero tras la temprana muerte de un único hijo, decidieron servir a Dios en perfecta continencia. Un brillante ejemplo de santidad en la vida cotidiana ordinaria, Isidoro se levantaba temprano, asistía a misa y luego pasaba el día en el arado, absorto por completo en la oración y la contemplación. Muchas maravillas acompañaron su rutina diaria y se le concedieron visiones celestiales y conversó familiarmente con los ángeles.

Era un gran dador de limosnas, a veces compartía la mayoría de sus comidas con los necesitados. También amaba a los animales. Una vez, en un día nevado de invierno, mientras cargaba un saco de maíz para moler en el molino, vio pájaros en una rama, sin esperanza de comer. A pesar de las burlas de sus compañeros, derramó la mitad de su maíz en el suelo. Al llegar al molino, no sólo su saco estaba lleno, sino que el maíz rindió el doble que la harina.

Isidoro murió el 15 de mayo de 1130. Su esposa le sobrevivió varios años y también es honrada como santa. Innumerables milagros siguieron al traslado del cuerpo de Isidoro a un santuario más honorable, y la devoción al santo se extendió como la pólvora.

Se dice que en 1211 se apareció al rey Alfonso de Castilla entonces luchando contra los moros en el paso de Navas de Tolosa, y le mostró un camino oculto, que permitió al rey y su ejército sorprender al enemigo y ganar el día.

Devota del santo, la Familia Real española apoyó la causa de canonización de Isidoro, y fue declarado santo en 1622.

En 1947 San Isidoro el Granjero fue declarado patrón de la Conferencia Rural Nacional de los Estados Unidos.