
Santa Bega

Fiesta 6 de septiembre
Bega era la hija de un rey irlandés.
Su padre la había prometido en matrimonio al hijo del rey de Noruega, pero Bega ya había consagrado su vida a Cristo con voto de virginidad.
Un ángel le dio un brazalete marcado con una cruz como símbolo de su sagrada promesa.
El día antes de su boda, ella escapó con la ayuda del brazalete sagrado: la guió afuera a un terrón de tierra y fue transportada a través del Mar de Irlanda y depositada a salvo en la costa inglesa en Cumbria.
Allí se instaló durante algunos años viviendo en la más estricta reclusión en una choza que había construido en una arboleda cerca de la orilla del mar.
Al verse rechazada por la gente que vivía a lo largo de la costa, sobrevivió gracias a los alimentos que le trajeron milagrosamente las gaviotas y los alcatraces.
Con el tiempo, esa costa fue frecuentada por piratas. Temiendo a los piratas vikingos, no por su vida o posible mutilación, sino por su virginidad, Bega abandonó la costa de Cumbria y viajó a Northumbria donde, por consejo del rey Oswald (más tarde St. Oswald), profesó su religión. votos
Estableció un monasterio en St. Bees, que más tarde se convirtió en una celda de la abadía benedictina de St. Mary en York.
La gente de allí vino a reverenciarla por su bondad y amabilidad, y todavía hoy en día se la venera en Northumbria y Escocia.
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